miércoles, 19 de agosto de 2015

Así son las mujeres

Teníamos que llevar a su cita médica a mi octogenaria suegra, había que cruzar toda la javicho* para llegar al hospital, el tiempo lo teníamos ajustado y estábamos próximos a la hora punta, mi esposa alistaba a Elmito, yo apagaba y cerraba todo lo necesario ante una salida, mientras el taxi esperaba en la puerta.

Nos disponíamos a salir cuando en la puerta encontramos con mi suegra, quien con la parsimonia y la paciencia de su edad se dirigía hacia el taxi:

Mi esposa: ¿Qué hace usted aquí?
Mi suegra: Ya estoy saliendo.
Mi esposa: Ya debería estar en el taxi.
Mi suegra: Ya voy.
Mi esposa: ¡Que molestosa es usted!
Elmito: Molestosa la abuelita (apoyando el comentario de su mamá mientras caminaba detrás de ella).

Una vez instalados en el taxi, mi suegra iba en el asiento del copiloto mientras nosotros íbamos en los asientos posteriores, Elmito se trepó a las piernas de su mamá para ver por la ventana:

Mi esposa: ¡Pesas mucho hijo!
Elmito: ¿Peso mucho?
Mi esposa: Si hijo, anda molesta a tu papá.
Elmito: (Trepándose en mis piernas) Molestosa mi mamá.
Elmo: Así son las mujeres, hijo.
Elmito: Si pues.

Desde ahora Elmito ya sabe cómo son la mujeres.

*javicho: Avenida Javier Prado, una de las más congestionadas de la ciudad.