Estimados señores de Procter & Gamble:
A diferencia de mi hermano (rebelde por naturaleza que se hizo asiduo al Brut), heredé de mi padre la costumbre de usar Old Spice, nunca me importó la fragancia, toda vez que acostumbro bañarme con agua fría todos los días, sea en verano o en invierno (macho que se respeta no usa agua caliente), más que una necesidad el usar desodorante es una costumbre y una cortesía para los que me rodean.
La semana pasada se agotó el último Old Spice del último paquete de a tres que compré, por lo que este fin de semana tocaba comprar la dotación respectiva y así fue.
Al llegar a casa y desempaquetar las compras sentí que el nuevo Old Spice no concordaba con la imagen que tenía acerca de él, éste nuevo se sentía pequeño, débil y poco contundente, no como un desodorante para hombres (macho que se respeta no usa Nivea ni Rexona).
Fue cuando recuperé el envase del viejo Old Spice vacío y lo comparé con el nuevo, lo que encontré es que el nuevo Old Spice ahora no solo tiene formas redondeadas y afinadas, sino que contiene 50 gramos y el viejo Old Spiece tiene 60 gramos, o sea, el viejo Old Spice tenía 20% más que el nuevo.
Por lo que pido a ustedes reponer el envase original del Old Spice o me veré en la penosa necesidad de prescindir de su desodorante y buscar un remplazo que no sea P&G (o pasarme al club de Eduardo donde no se usa desodorante).
Atentamente,
Elmo Nofeo