jueves, 30 de diciembre de 2010

Bienvenidos sean los excesos


Amig@ lector@:

Puede que ya estemos grandecitos
para creer en Papa Noel,
pero nunca se es suficientemente grande
para no celebrar el Año Nuevo.

Que el Nuevo Año le traiga
Salud
(es lo más importante),
Dinero
(que nunca está de más)
y Amor
(oh yeah).


viernes, 24 de diciembre de 2010

Para los que si, para los que no y para los otros también

Una bonita Navidad para todos;
para los que adoran a Jesús,
para los que no lo adoran;
para los que esperan a Santa Claus,
para los que no lo esperan;
para los que cantan villancicos,
para los que los odian;
para los que vuelven a casa,
para los que se van;
para los que se estresan en Navidad,
para los que de divierten;
para los que gustan del pavo,
para los que no lo tienen;
para los que actualizan su blog,
para los que no lo hacen.

Si no tienes idea de lo que es la Navidad,
solo mira el inusitado brillo de los ojos de un niño
cuando recibe el más insignificante de los regalos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Las buenas y las malas

Un paquete de pañales 50 soles,
una lata de leche S-26 90 soles,
cuando yo le digo
"mamá te va a enseñar la cosas buenas
y yo te voy a enseñar las cosas malas de la vida"
que Elmito me responda "¡agu, agu!"
mientras agita frenéticamente la piernas,
no tiene precio.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Covey, ¿win-win o won-won?

En la oficina existen 35 nombrados y casi 80 contratados, el personal nombrado tiene derecho a una canasta navideña mientras que el personal contratado no lo tiene; yo pertenezco al grupo de contratados sin derecho a canasta.

Al llegar a la oficina, Su se encontraba solicitando proformas para canastas navideñas:

Elmo: Buenos días Su.
Su: Hola Elmo.
Elmo: ¿En qué andas?
Su: Pidiendo proformas de canastas navideñas y la más barata que he conseguido nos sale a S/. 69 soles.
Elmo: Yo tengo una idea para abaratar el precio de las canastas.
Su: ¿En serio?
Elmo: En serio, en lugar de comprar 35 canastas, que la oficina compre 125 canastas al por mayor y le damos canastas a todos, nombrados y contratados, y la oficina ahorra en el precio de las canastas; es un todos-ganan.
Su: (riéndose) la idea es muy buena pero no hay presupuesto.

Por mi parte, Stephen Covey y su win-win pueden irse al joraca.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Visita protocolar

Los visitas a la suegra son visitas protocolares como la que suelen realizar los presidentes del vecino país sureño a nuestro a país.

No es una visita de amigos como la que le hizo el presidente boliviano Paz Zamora al presidente Fujimori y juntos se fueron a la playa de Pisco o como la que le hizo Felipe González a Alan García en su primer gobierno y juntos se fueron al Cuzco en un helicóptero piloteado por el mismo García.

Tampoco uno va de visita a la suegra con una emoción anticipada o una alegría desmedida, mas bien uno se resiste con un "¿tengo que ir yo?", "¿no puedes ir tu sola?", "¿si quieres me llamas y te recojo?", pero en aras de la unión familiar uno tiene que ceder con un "ya pues vamos a ver a la vieja".

En las visitas protocolares nada se deja al azar y hay detrás un trabajo intenso de las cancillerías, quienes acuerdan y reglamentan todo, desde la cantidad de fotos hasta la comida a servir. De la misma manera, en las visitas a las suegras es la esposa la encargada de establecer las reglas respectivas:

- "no hagas tus bromas pesadas",
- "pero habla no te quedes mudo"
- "no pongas los pies en la mesita de centro",
- "lo que cogas, lo pones en su sitio",
- "no compares la comida con la de Mamuska"
- "cuando entres al baño baja la tapa", y
- y un larguísimo etcétera,

con lo que la visita a la suegra comienza a adquirir ribetes de tortura.

Hoy tengo una visita protocolar que hacer y me queda la pregunta ¿Por qué las mujeres todo lo quieren convertir en obligación?